jueves, 4 de enero de 2024

HACE DIEZ AÑOS FALLECIÓ HELIO MARTÍNEZ MÁRQUEZ

 

LA CALLE REAL

ARMENIA, ENERO 4 DE 2024

 


 HACE DIEZ AÑOS FALLECIÓ HELIO MARTÍNEZ MÁRQUEZ


EL CAPITÁN DE LA DIGNIDAD

 

Gilberto Montalvo Jiménez

 

Era de una sola pieza. Su corpulencia no solo era física sino que tenía adentro de su alma una entereza moral que le rebozaba su propia inteligencia. Maestro de cultura general sólida y una pulcritud en el manejo de su pluma para merecer los elogios de los amigos y contradictores.

 

Jamás zahirió, siempre combatió con argumentos sólidos la mayoría de las veces indiscutibles. 

 

Cuando el narcotráfico de la mano de Carlos Lehder penetró todos los establecimientos de la sociedad quindiana, incluidos periodistas que le hacían el besaculos de semana en semana, él levantó la voz protestante y sin temblarle un mínimo su implacable verbo cuestionó hasta la saciedad las consecuencias que traería la pérdida de casi  una generación en manos del delito. Temía los riesgos pero nunca se amilanó.

 

CORAJUDO

 

En los cincuenta siendo alcalde de Armenia frente a su despacho en la carrera 16 con calle 20 fue asesinado el juez Carlos Mejía Mesa, jurista de encumbrada estirpe y al enterarse bajó sereno de su despacho cogió el volante de su carro y persiguió al asesino quien se había montado en un bus. Cerca de tres esquinas atravesó el automóvil y se subió al vehículo público y con revólver en mano capturó al criminal.

 

Confrontó  incluso a los bandoleros de su partido cuando el reguero de sangre comprometía a sus contradictores. Demócrata de tiempo extendido.

 

Fue un gran combatiente con la dialéctica.

 

Orador de calado cuando en la tribuna de los estrados judiciales en su condición de penalista no cabía duda de que fue el mejor. El don de la palabra su mejor arma de discusión y pleito fundamental. Cuando su creencia católica de ortodoxia merecía sus actuaciones se convertía en orador cristiano con un conocimiento teológico a fondo y sustanciales abstracciones que merecían el respeto de creyentes o indiferentes.

 

Su conservatismo fue a toda prueba. Solo, un día cualquiera, cuando su partido temeroso y tímido como siempre había decidido que no tendría candidato a la gobernación recorrió el departamento en su condición de candidato en su viejo Volkswagen modelo 61, con un altoparlante en la caparazón del escarabajo pidiendo el voto que le fue negado. Dos mil y tantos creyeron en él pero, como siempre, todo fue  insuficiente. Pero siguió altivo invocando al Dios de sus mayores y reclamando la pulcritud y la honestidad en el manejo de la cosa pública.

 

Definitivamente fue la clara conciencia moral de la región.

 

Ganó respeto sin proponérselo ni pedírselo a nadie. Conocí a este capitán de la dignidad a profundidad porque tuve el honor de ser su amigo. Mis tertulias fueron muchas veces interminables sobre todos los temas y siempre aprendí a escucharlo con devoción de discípulo asombrado.

 

 Fue maestro de calificaciones sobresalientes.

 

Una vez en lo más voraz de la otra violencia política de este país casi encuentra la muerte frente a un pelotón de fusilamiento en el batallón Cisneros. La providencia o la divina providencia, como él sugería, lo salvó de la criminalidad de estado.

 

Sobreviviente por noventa y ocho años de tanta pugna y demasiada violencia.

 

Antes de caer en su lecho de enfermo me convocó presuroso para confiarme unos documentos que hacen parte de la historia de la ciudad de Armenia. En su calidad de concejal fue el proponente del escudo local el cual fue confiado a una señora de prestancia social pero sin un ápice de conocimiento de heráldica por lo que buscó su modificación la que nunca logró. Estos documentos son confiables y merecen su examen para abrir la discusión que siempre perturbó al capitán de la dignidad. Veremos a quién buscaremos para  la discusión.

 

Cuando me enteré de la muerte de Helio Martínez Márquez sentí  un vacío total porque se fue el último de los corajudos, portaestandarte de la intelectualidad, de  la política y con su desaparición física toda la sociedad perdió a uno de sus más encumbrados pensadores.

 

Mi  tranquilidad es que me honré con su amistad y para cualquiera en este pedazo de tierra es un honor difícil de volver a encontrar.

 

 

 

 


3 comentarios:

  1. https://luiscastellanos.org/monumentos-a-la-honestidad/

    ResponderBorrar
  2. Por eso, mi propuesta es que haya monumentos a los doctores Helio Martínez Márquez y César Hoyos Salazar, representando la Honestidad, esa que poco a poco ha ido desapareciendo en nuestro país. Que nos sintamos orgullosos de quienes siempre fueron líderes sinceros, respetuosos de las reglas, que obraron siempre con rectitud y defensores de los valores.

    ResponderBorrar
  3. Gracias por esas bonitas palabras y elogios para la memoria de mi tío Helio

    ResponderBorrar