lunes, 27 de marzo de 2017

GLOSAS A UN TEXTO DE ALPHER ROJAS

LA CALLE REAL
Armenia, marzo 26 de 2017


GLOSAS A UN TEXTO DE ALPHER ROJAS

Gilberto Montalvo Jiménez


EL TAITA QUE DOMINA LA POLÍTICA Y LA ECONOMÍA

 EN EL QUINDIO




El pasado lunes 20 de marzo apareció en la página Razón Pública un texto suscrito por Alpher Rojas quien se hace llamar:

* Director de la Corporación de Estudios Sociopolíticos y Culturales de Colombia, investigador en Ciencias Sociales y magíster en Estudios Políticos.

En el Quindío lo conocimos en las mismas faenas políticas de la mano de Horacio Ramírez Castrillón, en la denominada Izquierda Liberal, un movimiento que se levantó en rebelión frente las tradicionales huestes de Ancízar López, dueño absoluto de la política liberal en el Quindío  por cerca de cuarenta años.
Por la época Alpher era sólo periodista, director de un periódico tabloide con circulación irregular.

Rojas Carvajal además se le conoció en la burocracia local como subsecretario del concejo y era muy proverbial su exuberante corbatín turbayista que le marcaba cierta diferencia frente a los demás mortales.

Incursionó como exultante cronista y hay archivos cuando denunciaba a Fabio Ochoa y sus cortesanos en las tradicionales ferias equinas de Armenia  codeándose con lo más granado de la farándula nacional y los aduladores de turno frente a su mofletuda apariencia.

Alpher estaba inquieto por la buena crónica, una de ellas también en recuerdo de “Armenia, una ciudad que costó cien pesos” que puede ser antológica dentro del género.

Pero hoy no es hacer un retrato a mano alzada de Rojas sino unas glosas a su texto “El Taita que domina la política y la economía en el Quindío”

Alpher se aproxima, sin duda al retrato del Taita o Carriel, pero su novelesca se impuso ante las realidades y tejió una crónica llena de mendaces  e imprecisiones.

Este ejercicio lo hago con la intención de que la historia no se falsee aunque muchos de los elementos utilizados por el escritor se ajustan a la verdad.

No tengo ni de lejos cercanía con esa cáfila de corruptos que ha envilecido la política regional durante las últimas décadas y además se me atribuye ser el dueño  del mote despectivo del carrielismo, usado en mis escritos, para caricaturizar sus malolientes ejecutorias públicas en detrimento del desarrollo de la región. Y sobre todo la desastrosa administración de su hija Luz Piedad Valencia que convirtió esto en un fundo para enriquecerse y acabar con la institucionalidad.

Luego no hago mandados, ni me importa,quiero hacer algunas observaciones  para una aproximación más cercana a la verdad.

Esta perlita: “Esta no es una historia de corrupción como tal, sino el perfil de un político exitoso que a su manera los representa a (casi) todos y nos ayuda a ver cómo se asciende en el sistema colombiano y cómo la corrupción flota en el aire.

Alpher Rojas Carvajal*

Una ambientación innecesaria porque  es una historia de corrupción, como en efecto lo es. Aquí no caben tintas medias.

El cuento de que Carriel vendía telas en una carreta de mano es imprecisa. Cuando llegó a Armenia frisaba los catorce años y fue en una carretilla de tracción animal donde ayudaba a su padre en los menesteres de los acarreos incipientes de la época.

La afirmación de que ayudó a financiar las campañas de Ancízar López es apenas parcial porque cuando el Cacique, como le llamaban, lo incluyó en un renglón como suplente al senado por primera vez, se vieron algunos denarios en beneficio de su campaña política. Pero jamás y de lejos financió todas las campañas de López López.

El cuento de que cuando el impacto de la destorcida de los precios del café compró en sumas irrisorias las fincas de los desafortunados cafeteros es truculento porque lo que menos ha hecho Carriel es comprar o acumular tierras de cultivo.

Y que se convirtió en un salvavidas con préstamos a intereses inalcanzables nuevamente es una novela porque más tacaño para “soltarla “que el Taita, ninguno otro.

Decir que fue nombrado directivo de algunos círculos exclusivos en el Quindío es un adefesio, aquí jamás ha habido círculos exclusivos de nada. Cuáles?

Como inicialmente no fue aceptado en los dos clubes de la élite montañera de entonces el América y el Campestre, se afilió al Boloclub un campamento “social” de clase media sin los pergaminos de los perfumados de las otras orillas un tanto pestilentes.

Más tarde todos se postraron y cayeron de hinojos frente al potentado, el dinero hace milagros.

Que ha cooptado “formadores de opinión”, aquí  tampoco hay de eso. Quiénes? Le importa a Carriel un pito medios y opinadores él solo compra votaciones al menudeo. Punto.

Lo de los niños vendiendo chance es imaginación extrema, eso no ha ocurrido o por lo menos no existen datos documentados sobre el asunto.

Carriel, entre sus veleidades, se le conoce la de tahúr consumado, pero nunca ha sido  caballista como lo afirma Rojas Carvajal.
Solo conoció los reques de las carretillas en las que entregaba mercados a domicilio.

Nunca ha tenido prenderías como lo dice el escritor de la historia.

Se toma la licencia Rojas de afirmar que el señor Anuar Oyola Márquez, un exitoso empresario del chance, juego legal, está emparentado en andanzas con Mancuso y la Gata se extrapola la imaginación del escritor porque eso carece de estricta confrontación judicial.

Julio César López fue gobernador inscrito por firmas no por los chanceros, quienes si metieron un billete en su campaña, pero ese es otro cuento muy distinto a como lo narra el padre de la nota sobre El Taita.

Además nunca fue condenado López por lavado de activos, como  lo
asegura Rojas, y menos destituído e inhabilitado por diez años, Rojas no dice quién tomó esta decisión porque es falaz  y hoy el exgobernador es el Registrador de instrumentos públicos de Calarcá.

Carriel es un aprovechado para sus beneficios politiqueros pero nunca se le ha asociado aquí con mafias del microtráfico, eso es inexacto.

El Taita no ha tenido ejércitos privados, como lo asegura Rojas Carvajal en su delirante narración, si por algo se conoce al viejo  tahúr es por andar solo, jamás se la visto siquiera un escolta. Un chofer que le maneja el carro a lo sumo.

Asegurar que Jaime Bejarano fue cuota del carrielismo en la Universidad La Gran Colombia es desconocer  la conventual universidad donde nada se mueve sin la aquiescencia ultragoda de José Galat. Allá sin su Vo/Bo no entra ni El Magníficat.

Es cierto que las secretarías de educación de Armenia y del Quindío han estado en manos de sus recomendados pero de allí a que el carrielismo diseñe la construcción de conocimiento y bienes culturales, se acerca más a una novelita de ficción porque cualquiera sabe que esas políticas las diseña el gobierno nacional a través del ministerio del ramo y son inamovibles.

Los carrielistas ayudan a hacer traslados a lo mejor porque las alcahueterías se las quitaron con los concursos para ascender en los rangos profesorales o administrativos. Luego mucha paja en el asunto.

Alba Stella Buitrago, exalcaldesa de Armenia por la Anapo con una coalición de manos negras de la politiquería local, nunca fue condenada por nada, por lo tanto tampoco aprehendida, como dice Rojas.

Ese cuento de que hay periodistas agasajados con viandas y finos licores donde Nacho Gallego en la Galana es mitología barata y de paso nunca este personaje llegó a Armenia de la mano de El Taita sino de la familia Betancourt, unos campesinos paisas que se asociaron en Calarcá, primero con los dueños del chance artesanal y luego conformaron la empresa Apuestas Ochoa con otros empresarios de ese juego, entre ellos el mayoritario, Fabio Botero.

Luego una cosa es con guitarra y otra muy distinta con violín.







3 Comentarios:

A la/s 29 de marzo de 2017, 1:41 p.m., Blogger LUIS NEVIO JARAMILLO MACIAS dijo...

Hay que dar ejemplo de seriedad , sobre todo cuando ya desde la distancia se pretende ser cronista , historiador o publicista del otrora Hegemonico señor de las apuestas

 
A la/s 29 de marzo de 2017, 6:18 p.m., Blogger Unknown dijo...

Bueno su apunte mi hermano, Aquí distorsionan la realidad y la historia,

 
A la/s 14 de enero de 2018, 12:28 p.m., Blogger Saijey Mustaine Lehder dijo...

Aunque mi pregunta no tenga nada que ver con la temàtica que usted relata, menciona al señor Ancisar Lopez.Me ha contado cuando fui a visitar la Tabaida que hubo un joven treintañero que tenia mucho poder econòmico y hundiò al " Cacique" este personaje se llama Carlos Lehder cuènte por favor quièn es el.Es una persona mala o buena? Què hizo por la gente del Quìndìo?

 

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