LA CALLE REAL...ORFILIA GARCIA HILARIÓN
LA CALLE REAL
ORFILIA GARCÍA HILARIÓN
EL RECUERDO PERMANECERÁ
INTACTO
Gilberto
Montalvo Jiménez
Hay
seres humanos que por fortuna llegan a nuestras vidas como por un encanto
natural y permanecen ahí para siempre.
He
mantenido una comunión de casi medio siglo con la familia Padilla García sobre
todo con una gratitud inmensa que se ha consolidado a través del tiempo por el
mutuo amor y respeto que nos hemos profesado.
Es más
fuerte y sólida nuestra fraternidad en los momentos aciagos que en los de
alegrías que por fortuna también han sido muchos.
Orfilia,
mantuvo con nosotros una manera maternal sin pretensión distinta a dar todo lo
mejor que tuvo y que ahora con su ausencia física se torna más evidente.
Consagrada
en absoluto a la responsabilidad de su hogar y a impulsar con su ejemplarizante
manera de ser a sus vástagos a quienes les transmitió tanto cariño, afecto y
amor que los hizo a su imagen personas de buenos procederes y con un rol
destacado en la sociedad sin reparo alguno.
Junto
a su compañero de todas las horas James Padilla Motoa, el quindiano de otra
parte como yo, mantuvo una cercanía de cómplices que incluso por encima de todo
el azar natural de soportar con especial fortaleza la responsabilidad de un
hogar sin igual se fue a la universidad unos años tarde y logró con bajo perfil
pero con una admirable dedicación dos carreras profesionales.
Primero
formó a sus hijos en la academia y debitó en el tiempo su capacidad innata de
innegable superación.
Orfilia
transmitió siempre a sus amigos de familia bondad, generosidad, desapego a las
cosas materiales y nunca negó nada que
estuviese a su alcance para servir.
Llegar
a su casa era sentirse en la propia porque si de algo podemos presumir quienes
la conocimos por tantos años fue de gozar de su nobleza y recibir como trofeo
maternal sus atenciones ya fuera un café de exquisito término o porque no ese plato
compartido con absoluta generosidad.
Nos
hará mucha falta la presencia física de nuestra querida Orfilia pero en
nuestros corazones permanecerá por siempre tal cual fue una dama sin
pretensiones y conservando su recuerdo que por fortuna hace parte del patrimonio afectivo de nuestra familia.
Para
James, Rosita, Junior, Mauro, nietos y bisnietos mi abrazo solidario con mucha
alegría por habernos permitido la vida encontrar y permanecer muy cerca de este
ser tan maravilloso. Paz para ella y serenidad para mi otra familia.
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