domingo, 22 de octubre de 2017

LA CALLE REAL...LA CODICIA DE LA PRIMERA PLANA

LA CALLE REAL

Armenia, octubre 23 de 2017


LA CODICIA DE LA PRIMERA PLANA SACRIFICA LOS CONTENIDOS Y LA ESTÉTICA

Le Monde

.- Posverdad+ manipulación= desinformación


Gilberto Montalvo Jiménez

Las salas de redacción en los medios tradicionales eran  verdaderos laboratorios donde se exigía contexto en los contenidos, rigor idiomático y estética en su presentación.

Entonces el síndrome de la chiva, efecto revaluado hasta la saciedad por nocivo y trasgresor, dejó sinsabores que sirvieron de acicate para estimular la investigación y el decoro en el momento de entregar las informaciones con verdadera cautela.

Se llegó a la conclusión sabia de que es mejor presentar una información tarde pero bien elaborada.

El buen escribir no riñe con la inmediatez con que debe entregarse al público el contenido final, por el contrario, es una exigencia de mayor valor.

La codicia informativa no puede sacrificar el rigor.

Ahora con la evolución supersónica de  la comunicación a través de la multimedia, redes, internet y los nuevos fenómenos, han hecho irrupción unas maneras atípicas que generan toda suerte de falacias, posverdades, manipulaciones y rompimiento del decoro.

Estas neo-comunicaciones no pueden ser incompatibles con irrefutables principios, incluso no escritos, de la buena comunicación.

Gravísimo, incluso, el manejo de las manipulaciones por parte de bots que reciclan intereses particulares para lograr una masiva distorsión de la verdad verdadera.

Son utilizados como mecanismo perverso para torcer voluntades especialmente en los procesos políticos con ejemplos evidentes que resuenan aún en los oídos de los bien informados en recientes manipulaciones que dieron al traste con la verdad sacrificándola en beneficio de veleidosos en busca de poder.

Parece que la exactitud, la honestidad, el buen uso  del rudimento idiomático no importara.

 Hay defensores a ultranza de la mala calidad de textos, titulares, contenidos con el abusivo argumento de la inmediatez.

No se puede sacrificar la cultura enjundiosa que debe transmitirse en estos vehículos para llenarlos en contrario de basura como en una bola de nieve que genera perturbación en el receptor y degradación del emisor.

La avalancha de falacias amén del discutido fenómeno de la precariedad idiomática y la sintaxis perdida en el laberinto de la vanidad mediática se está convirtiendo en una excusa para atiborrar de basura y de desechos los contenidos.

Para muchos las fuentes no importan, las evaluaciones, confrontaciones  y el tamiz son cosas del pasado porque les interesa es que tan rápido entregan  “sus desechos”

Finalmente, complicado que algunos gobiernos hayan comenzado el camino peligroso de las cortapisas a estos fenómenos modernos de comunicación.

Hay ejemplos en algunos países que han creado barreras legales para evitar el fraude comunicacional con mentiras y falacias.

No es deseable que esto ocurra.

Entretanto, debemos retornar especialmente los receptores, la calificación del origen de las informaciones, evaluarlas, meterles baza con la confrontación de medios identificados y serios.

Allá tenemos que llegar tarde o temprano.




1 Comentarios:

A la/s 3 de enero de 2019, 3:08 a.m., Blogger ALKANTANO dijo...

Lamentablemente este es un mal heredado de la posmodernidad y cara terizado por relajamiento moral y la inmediatez. Hoy el periodismo en lugar de vigilar al funcionario y al político, se hacen sus amigos, sus amanuences, sus socios, sus familiares y hasta sus comensales. Total, poco podemos esperar si de la verdad informativa se trata.

 

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