LA MÍSERA MEZQUINDAD

LA CALLE REAL

Armenia, febrero 11 de 2020

LA MÍSERA MEZQUINDAD

Gilberto Montalvo Jiménez

La expectativa engolada por los medios de comunicación como un evento sin precedentes para la historia del departamento del Quindío mas el cierre abusivo por más de treinta horas de una de las vías más importantes del país recrearon con la mezquindad a cuestas la puesta en servicio (?) de la doble calzada, glorieta de Malibú - Club Campestre.

En un insólito exceso que perjudicó a cientos de ciudadanos, incluso una dama que tenía urgencia de parir, impidieron el paso vehicular porque era menester instalar una lobería frente al Parque Recreacional de Comfenalco como si no hubiese sido suficiente realizar esa tramoya de despiste y ruindad al interior de esa entidad. No, era preciso darse tonos de  ínfulas e importancia que no se han ganado porque el departamento no tiene nada que agradecerle al señor presidente Duque en sus largos 18 meses y menos al Gobernador Roberto Jairo Jaramillo, que solo está acomodando el sillón con sus escasos cuarenta días de gestión.

Pero la miserableza humana es tal que se muestra entre la manigua de las vacuidades y las vanidades que saltan a la vista para que estallen los reflectores que inundan los medios de comunicación como testimonio de la frivolidad de unos mandatarios ineptos, transitorios e ingratos.

Qué tiene que ver Duque o Roberto con esa vía? Nada.

La memoria es una trampa que muestran a algunos seres humanos corroídos por el natural desprecio de su miserableza.

No contentos con la pompa estrafalaria del sábado aquel pusieron sus nombres de manera abusiva en un pedestal digno de héroes caídos en combate para exaltarse como los genios de  la gran obra de la doble calzada.

Desgracia la impureza mental.

Ese tramo vehicular se debe a la gestión de la exgobernadora Sandra Paola Hurtado Palacio y a la decisión del exvicepresidente Germán Vargas Lleras. No hay ninguna duda y jamás tuvieron la nobleza, qué van a saber de eso, de siquiera nombrarlos, seguramente, no sé porque no soy portavoz ni confesor de nadie, poco les interesaba a ellos  el asunto, pero ahí quedaron retratados de cuerpo entero de qué pasta están hechos.

Si tuviesen un poco de vergüenza Duque y Roberto no deberían haber permitido que incluyeran sus nombres en ese mármol protuberante de mezquindad.

El retrato de algunos es evidente sin que tengan necesidad de la cámara de fotografía.