LA ALPARGATOCRACIA TIENE CUOTA
LA CALLE REAL
Armenia,
octubre 3 de 2019
a la izquierda y de camisa azul Arango Isaza
En la fuga de Aida
LA
ALPARGATOCRACIA TIENE CUOTA
Gilberto
Montalvo Jiménez
Y no
podíamos ser inferiores.
La
alpargatocracia del Quindío tiene su cuota, y fundamental, en la ruidosa huida
de la delincuente Aida Merlano Rebolledo, así de sencillo.
El
propietario del consultorio 318 del centro médico La Sabana, de donde se
deslizó por un cable de seguridad la fugitiva, es nadie más ni nadie menos que
Mauricio Arango Isaza, no sé si le
alcanzará para ser “hijo, nieto o biznieto de fundadores” pero de lo que si
estoy seguro es de que hace parte de esos
Arangos famosos con quienes se han emparentado múltiples mujeres quindianas con
abolengo o no para procrear e ir dejando un reguero de algunos, no todos, ilustres mequetrefes.
Mauricio
es especialista en ortodoncia, amén de ser hijo, ese si directo, del expresidente
de la Corte Constitucional Jorge Arango Mejía, quien falleciera lamentablemente
hace ya varios meses.
Arango
se reputó como buen jurista aunque anduvo metido en la política parroquial como
gobernador y aspirante a senador y después depositario de las mieles del samperismo
aquel del famoso proceso ocho mil.
Mauricio
ha alegado en un comunicado de prensa fechado este 2 de octubre que jamás se ha
prestado para tamaño entuerto y que la usanza es alquilar por días o semanas el
consultorio 318 para que algunos de sus colegas de rancio reconocimiento
practiquen sus correspondientes ofrecimientos profesionales.
Anticipa
Mauricio Arango Isaza (tiene además nombre y apellidos de obispo) que solo hace
quince días le había alquilado con dispensas para ejecutar lo que a bien
tuviera al teniente coronel retirado Javier Guillermo Cely Barajas, individuo
de oscuros antecedentes en el ejercicio de su profesión militar y a quien solo
le bastó su palabra porque no le interesaron al arrendatario sus antecedentes
de persona de cuidado.
Arango
este 2 de octubre atendió como de costumbre a sus pacientes de diseño de
sonrisa en el mismo antro de donde se fugó Merlano pero, oh extraño, hoy nadie
sabe de su paradero.
Los
quindianos no podíamos quedarnos sin una honrosa representación en el alto
turmequé de la huida cinematográfica de una delincuente probada aunque
a Mauricio Arango, destacado y encantador personaje de la alpargatocracia quindiana sigue siendo inocente hasta que no se le demuestre lo
contrario.
Lo
que a mí en particular me causó ternura fue la manera casi que acongojada con
que el ilustre odontólogo cogía la delicada mano de la ínclita delincuente y la
mantenía en actitud de benevolencia por espacio de varios minutos mientras
apoyaba con cierto paternalismo a uno de los vástagos de la susodicha Merlano
Rebolledo.
Es
muy tierno Mauricio ojalá regrese a sus menesteres antes de que lo hagan subir las
escalas de la fiscalía, las que seguramente, sino pasa nada irregular, las
tendrá como una especie de banda para que rebaje su ya protuberante panza que
se insinúa sin rubor.
2 Comentarios:
Que escrito tan pendejo... Ramiro Londono Mejía
Gracias por su comentario Dr Ramiro.
Respeto su profundo concepto.
Saludo cordial!
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