LA CALLE REAL
UN HOMENAJE EN EL
DÍA DEL PERIODISTA AL PADRE DEL PERIODISMO MODERNO
TOM WOLFE "PERIODISMO UNA CUESTION DE
MIRADA"
Armenia, febrero 9 de 2021
TOM WOLFE
“PERIODISMO UNA CUESTIÓN DE MIRADA”
Gilberto Montalvo Jiménez
Cuando Tom Wolfe acusaba las
carencias propias de un pobretón en bancarrota en los años sesenta y se
apresuraba a usurpar de manera legal el seguro de desempleo le llegó como
por encanto la musa que lo inspiró a convertirse en el padre del Nuevo Periodismo
usando el desenfreno, la sátira mordaz para darle identidad y vida propia a la
cultura Pop que por esas calendas comenzaba a instalarse en el concepto
cultural de quienes vibraban al encontrar novedades que hicieran mover los
sentimientos. Wolfe lo logró con su reportería que le daría el sitial de
preeminencia que lo ubicó hasta su muerte a los 88 años en la ciudad de Nueva
York.
Con el Nuevo Periodismo de Wolfe este
ya no sería igual para siempre.
Amante de los exquisitos textos de
entonces (1973) Wolfe se ocupó de recrear con su fina pluma los escritos de Rex
Reed, Barbara Goldsmith, Norman Mailler y muchos otros que incluyó en un
texto de antología que ha servido como mojón de aprendizaje para los
interesados en estos temas del Nuevo Periodismo.
Hoy ningún periodista serio en el
mundo ha desechado la oportunidad de abrevar en los filosos textos de Tom
Wolfe.
Se escapó de su natal Virginia y en
su condición de sureño se fugó a las estancias siderales de Washington y Nueva
York. Allí comenzó su tráfago intelectual de reportero insaciable en el
Washington Post y el Heraldo Tribune.
Este grande de las letras
estadounidenses prestado por la reportería a la literatura centraba su obsesión
perfeccionista de la narración al “ir más allá del periodismo objetivo” y
defendió con fuerza su criterio de que “el periodismo debe ser absolutamente
verídico y al mismo tiempo, tener la cualidad absorbente de la ficción.
Por su pluma desfilaron las
luminarias de entonces, los heliotropos de la arquitectura moderna y sobre todo
esa extraña casta de la izquierda de élite neoyorkina con ese tufillo de
contradicción. Oligarcas marxistas.
Se pueden recordar muchas de sus
contribuciones al periodismo moderno pero con mano alzada “El coqueto
aerodinámico rocanrol color acaramelado del ron“ o “ Ponche de ácido
lisérgico” podrían aligerar las lecturas de los que comienzan en esto del
periodismo.
Se destaca, como lo asegura la BBC,
que Tom Wolfe siempre mostró su fascinación por Maupassant, Balzac y
Dickens. En efecto dejaron su sello en el padre del Nuevo Periodismo, estos
escritores de gran altura son infaltables en las cabeceras de los buenos
lectores.
Ya tarde a sus 57 almanaques llega su
primera novela, HOGUERA DE VANIDADES, una escultura monumental del buen
escribir en torno a un tema escalofriante sobre los blancos, negros y grises de
la alta sociedad neoyorkina aunque alegaba siempre que para el escritor de no
ficción es muy difícil adentrarse en la novela, pero lo logró. Un éxito
incomparable que lo volvió un millonario absoluto. En 1987 todo su papel en
libros se agotó en cientos de confines.
Siguieron otras novelas de renombre
como TODO UN HOMBRE sobre la putrefacta sociedad corrupta de Atlanta. Y muchas,
muchas más.
El periodismo Nuevo no volvió a ser
el mismo después de Tom Wolfe, quien murió un lunes 14 de mayo de 2018 en
Nueva York a los 88 años, cuando un ataque hemipléjico lo condenó al terreno de
los inmortales.
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