lunes, 5 de septiembre de 2022

LA CALLE REAL... ELEGÍA ( EN PROSA ) JUAN GUSTAVO COBO BORDA

 

Elegía (en prosa)




JUAN GUSTAVO COBO BORDA

LA SOGA AL CUELLO

(10 DE OCTUBRE DE 1948- SEPTIEMBRE 5 DE 2022)

 

Gilberto Montalvo Jiménez

Su corpulencia era directamente proporcional a su sabiduría, buenas maneras y un excelente culto a las letras a través del ensayo crítico, la poesía, la edición de revistas amén de un consumidor irredento de libros de todos los campos que lo exaltaron a considerársele un oráculo en temas literarios alejado de la pedantería y siempre con un chascarrillo a flor de labios heredado de sus mayores de la Bogotá de los años sin cuenta.


El maestro Cobo Borda nació, sin proponérselo, en un hogar rodeado de intelectuales ya que su padre migrante huidizo de la guerra civil española encontró los brazos amorosos, en ese Bogotá emblemático  y ávido de cultura de comienzos de la mitad del siglo pasado, de Leonor Borda, prima hermana de Eduardo y Jorge Zalamea de quienes no hay necesidad de comentario alguno porque están en el enclave de la alta alcurnia cultural del país.


Juan Gustavo Cobo Borda fue ejemplo al utilizar todas las herramientas al alcance de la comunicación de la época para difundir y deleitar a principiantes y entendidos de la cultura universal y en especial una inclinación por descubrir las grandes plumas que por fortuna ha producido el país. Radio, prensa, televisión centros culturales, conferencias, en fin, todo era terreno para no estarse quieto alrededor de la cultura.


En esos ires y venires y después de estudiar derecho en el Externado, filosofía en los Andes e idiomas en La Nacional el poeta Nicolás Suescún, propietario de la librería Buchholtz, le entregó las llaves de la inmensa mole de siete pisos en la avenida Jiménez para que la convirtiera en su casa de itinerancia y lo relevara de su condición del mejor y más ilustrado librero de la capital colombiana. Sin embargo, cuentan los narradores de entonces, Suescún pasaba de vez en vez para notariar a quienes seguían pasando por ese templo de la cultura y de seguro para inventariar los robos de libros que era la forma de cultivar la inclinación lectora de la época.


Cobo Borda fue diplomático en Buenos Aires, Grecia y España en donde rescató valiosísimas obras de muchos autores que propaló una vez estuvo de regreso en su natal Bogotá. Son muy comentadas las carpetas de don Baldomero Sanín Cano que encontró precisamente cuando estuvo de agregado cultural en la capital de Argentina.


Fue subdirector de la Biblioteca Nacional de Colombia donde nadó como pez en el agua y una vez llegó Gloria Zea a la dirección de Colcultura lo nombró como su ángel guardián y ahí se inventaron la Biblioteca Popular de Autores Colombianos a los cuales se tuvo acceso a libros  al precio de una tostada de panadería.


Fundó la más importante revista Cultural que se haya conocido, Eco , donde se pudieron transmitir los textos y ensayos de los escritores  más prominentes del país y del mundo, de allí dio el salto a  Mito otra revista que junto a Gaceta engrandecieron el bagaje cultural colombiano.


Una vez con Darío Jaramillo Agudelo su cómplice de mil batallas se metieron en la empresa de la edición y crearon  La Soga al Cuello con la pretensión de volverse los más grandes editores de Colombia. Primer título de su cosecha: Consejos para Sobrevivir; el segundo un libro de poemas de Darío y el tercero Tratado sobre Café del historiador Luis Eduardo Nieto Arteta. Los dos acuciosos empresarios fueron a pedir el consentimiento a la viuda del escritor en mención y cuando le dijeron que producirían el libro en la editorial La Soga al Cuello la señora casi cae desmayada porque recordó que su difunto marido se había suicidado precisamente con una soga en el cuello.


Con estos tres títulos terminó el arrojó editorial de Cobo y Jaramillo.


Hoy 5 de septiembre, aquejado de una esclerosis múltiple y a un mes de cumplir sus 74 años sucumbió Juan Gustavo Cobo Borda ante la Parca. Hace poco la Biblioteca Nacional de Colombia le rindió un exultante homenaje. Quedan en su casa en silencio cerca de 20 mil volúmenes de libros de todos los géneros a la espera de nuevos consumidores.


Colombia ha perdido a un irrecuperable gigante de la cultura.


Armenia, septiembre 5 de 2022

 

 

 

1 Comentarios:

A la/s 5 de septiembre de 2022, 9:57 p.m., Blogger Unknown dijo...

La muerte siempre conmueve, pero cuando se trata de personajes como Juan Gustavo Cobo Borda, no se puede dejar de pensar en la gran pérdida de cultura y sabiduría en la región y por supuesto en todo el país. ¡Paz en su tumba!

 

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