martes, 23 de junio de 2015

Crónica en el DIARIO DE COLOMBIA
Octubre 14 de 1995

La Galería...

Un apasionante mundo en el centro de Armenia

Gilberto Montalvo Jiménez

No cabe duda que el desarrollo de Armenia,una de las ciudades más prósperas del país, se ha forjado a instancias de la Galería.
Han pasado casi cincuenta años, desde cuando se pensó en un sitio donde se podría agrupar a los dispersos vendedores que quedaron expósitos tras un voraz incendio en lo que hoy es el palacio de gobierno municipal.

Y llegó la magia del inmenso arquitecto Lino Jaramillo quien diseñó una de  las más importantes construcciones de la ciudad.

En torno a la plaza de mercado se fue gestando la pujante ciudad que se muestra como orgullo de su estirpe.

En su momento cuando no existían los grandes autoservicios y automatizados supermercados las señoras encopetadas de la sociedad se confundían con las marchantas para con su "llevo-llevo" al lado recorrieran con inusitada curiosidad cada uno de los rincones de la plaza de mercado para proveerse de lodo lo necesario en los menesteres de la casa.

Con grandes canastos de mimbre, que se asían a la cabeza de los ujiers a través de una correa de fique las señoras "hacían el mercado"durante la mayor parte de la mañana de los domingos especialmente.

Hay que tener en cuenta que la plaza de mercado de Armenia, mejor conocida como La Galería, cubre una manzana, pero curiosamente una manzana de seis cuadras donde se puede encontrar la más hermosa iglesia de la ciudad o el más bajo y despreciable cuchitril.

Es que la amalgama de tendencias arquitectónicas da para un estudio a fondo de cómo o con  qué criterio se han ordenado las construcciones de su alrededor.


Se consigue de todo

No hay un sitio en la ciudad donde se encuentre mayor variedad de útiles productos y baratijas.

Llegan las mejores verduras importadas de Cajamarca o la carne exquisitamente escogida para restaurantes y familias de primera clase, hasta redrojo de yuca o plátano que se puede comprar por quinientos pesos lo que le cabe en la mano a un vendedor improvisado que recoge las migajas  que desechan los demás.

En las afueras de La Galería se puede almorzar con ciento veinte pesos consistente en cincuenta de fríjoles, cincuenta de arroz y veinte de "aguapanela". Es un sitio que handenominado algunos la mesa de los apóstoles porque caben sentadas seis personas a un lado y seis al otro. Sin embargo hay comensales que prefieren la faena de pie para evitar que otros con menos fortuna les puedan arrebatar por su hambrienta condición la pírrica ración.

Pero si usted quiere apurarse unos apetitosos platos de sancocho de gallina o pescado, una bandeja combinada (con todas las carnes) o una exquisita sopa de mondongo solo tieneque desplazarse por unas gradas remodeladas en latón que forman un caracol, para encontrarse con los mejores restaurantes típicos de la  región.

Allí   han consumido viandas frugales personajes de la talla de Luis Carlos Galán, Belisario Betancur o César Gaviria, en momentos de trance electoral.

En el llamado Caracol para épocas especiales como la navidad, no se encuentra cupo para comprar un payo relleno (son los mejores de la  comarca), porque las más aprestigiadas  familias de la ciudad desde junio hacen los encargos que llevarán  a sus fincas de recreo para presumir ante  sus invitados sobre la gran capacidad culinaria de la señora de la casa.

En este restaurante múltiple hay una curiosidad: pese a que las viandas están expuestas al público, dizque porque la comida entra por los ojos, no encuentra usted una mosca, en virtud de que estas permanecen en el primer piso de la galería deleitándose con las más frescas carnes de res, cerdo o pescado y evitando un viaje a las alturas donde los hambrientos comensales no deajan ni el “pegado.”

La plaza de mercado de Armenia es tan disímil en su composición que tiene en sus alrededores, por ejemplo, una reconocida droguería, cuestionada por dineros del narcotráfico, donde se pueden adquirir medicinas con un cuarenta por ciento de descuento y al lado varias boticas que aún conservan un rancio olor a remedio o merthiolate y se puede encontrar el ungüento mercurial para matar los piojos que dejan algunas relaciones sexuales o el reconocido tricófero de Barry.

Por el norte y en las afueras de la galería también existe una especie de extinción: El último farmaceuta diplomado de la región, don Julio Jaramillo Londoño, quien se da el lujo de preparar las combinaciones que formulan los más aprestigiados médicos especialistas a sus pacientes.

Unos pasos más arriba también se encuentra una bien surtida tienda de menjurjes, bebedizos, sahumerios, imágenes de santos y riegos de la buena suerte que sirven de ayudita después de las oraciones piadosas en la iglesia de San Francisco.

Borracheras, cantinas y amores peligrosos.


Mientras el padre Martínez a mañana y tarde oficia la santa misa en la imponente iglesia de San Francisco, recita jaculatorias y reza por las ánimas del purgatoria, a escasos metros en las cantinas de mala muerte pueden estar despachando de este mundo a un parroquiano de certera puñalada, en medio de una borrachera tenaz, después de jugársela todo por un amor, sin tener siquiera la mano piadosa del sacerdote para que le imponga los santos óleos.
Las cantinuchas que con audacia ubican en viejas casonas de bahareque, sostenidas solo por las telarañas que penden de los destartalados techos, los clientes encuentran cerveza a trescientos pesos con la seguridad que si no están de suerte le enciman su botellazo o por qué no, una puñalada.
Cerca damiselas que ya no tienen el atractivo de otros años, dedican su tiempo a la venta de condones, para no perder su vocación por el sexo, que llevan incluso a domicilio. En frente de la más hermosa iglesia de Armenia se apeñuscan pensiones de mala muerte donde los buscadores de amoríos peligrosos, pueden encontrar, dos horas de febril gozo por mil quinientos pesos o toda una noche en medio de pulgas, chinches, alacranes y olor nauseabundo a basuco por dos mil.

El rey del segundazo

Uno de los sitios privilegiados de nuestra Galería es el famoso planchón, donde el rey del comercio es el segundazo.

Relojes añosos marca Invicta, los famosos trestornillos que solo pueden lucir las muñecas curtidas de los cogedores de café, dado su estereotipado tablero y peso infernal. Zapatos de segunda, medias de segunda, camisas de segunda, calzoncillos y cepillos de   dientes de segunda. Sólo falta el papel higiénico de segunda.

Se consigue además una vieja máquina de moler, sin el molino, licuadoras que no licúan  y hasta  el más extraño repuesto para poner a andar un ariete, motobomba centenaria que aún se utiliza en algunas fincas de la región.

Ahí mismo, un cacho de marihuana punto rojo puede adquirirse por cien pesos o uno de basuco por doscientos, sin que medie ningún problema pese a que a treinta pasos más adelante está toda la parafernalia de la autoridad, policía e inspección de permanencia. Es el mundo sórdido pero real de la Galería de la capital del departamento del Quindío.

Un transeúnte ingenuo al menor descuido lo dosifican con escopolamina para dejarlo en cueros o en el peor de los casos mandarlo al otro mundo.

Muy cerca de la plaza de mercado se encuentra la última lavandería a vapor que entrega por unos pesos más, en horarios extras, las prendas de vestir con un intenso olor a thiner.

Otro curioso negocio se ha establecido en reconocidos comercios de telas y chucherías que consiste en guardar maletas y maletines, propiedades de los trashumantes propietarios que pagan por hora cincuenta pesos o todo un día por quinientos.  Esta actividad nació como medida de seguridad de los dueños de los alijos que pueden beber hasta emborracharse sin el temor de perderlos en medio de la fenomenal raca.

Paradójica Galería.

Este lugar, metido en el corazón de Armenia, es pintoresco y útil a la comunidad.   Se confunden  meretrices que ofrecen su cuerpo a bajo precio con damas de “dedo parao” que buscan afanosamente rebaja en el precio de una “pucha” de papa.

Subsiste la más antigua fábrica de café molido que en sus horas de producción amerita escanciarse cerca una cerveza para tener el placer de recibir el efluvio de su proceso. Todo se confunde.

La Escalera del Ritmo, discoteca donde tiran paso los chocoanos de la Universidad del Quindío y juegan billar los indígenas que venden ruanas y camisas en sus alrededores.  Está, también, el puerto donde los dueños de fincas o sus agregados llegan con la esperanza de contratar los trabajadores del campo, ya que en estos lares ellos esperan ansiosos porque se han bebido el billete de la semana anterior. Dadas las circunstancias de este mundo multifacético de la Galería   de Armenia se han instalado prenderías de diez por ciento diario donde se quedan los más disimiles artículos. 
Tienen lotería propia.   Venden los taquitos y bajo la supervisión de los ojos de los compradores se realiza el sorteo para luego a través de un megáfono recorrer el entorno galeril anunciando la buena nueva para quienes por fortuna obtuvieron el numero ganador.

Existen discotecas Improvisadas donde hay que pagar por adelantado el servicio que Incluye el acompañamiento de una mujer fatal, con lunar pintado  en la mejilla, que tiene la obligación de pedir por tanda dos costeñitas  o el infaltable ron con Coca-Cola para que después le entregue el administrador fichas que se convierten posteriormente en su magro salario.

Conviven cerca edificios de hasta ocho pisos donde residen respetables personajes, abogados o comerciantes que han tenido que buscar alternativas de aislamiento para evitar el infernal ruido de las rockolas circundantes.  Como un vívido homenaje a la situación económica de la región todavía despacha el más antiguo almacén de innúmeros artículos para todo, perteneciente a la familia Gómez, respetados inversionistas, que desde hace años están en concordato, no reciben cheques porque no tienen cuentas corrientes para evitar los embargos y las tarjetas de crédito son bichos raros. Se debe entender que por razones de la figura concordataria toda transacción es de riguroso contado y en efectivo.

En fin... esta plaza de mercado tiene su encanto...
                                                                                                 
Y que más pueda encantar que usted adquiera por mil doscientos pesos el casete de moda con anticipación a las casas disqueras de la 21; natilla y buñuelos durante toda época del año, semáforos que no funcionan, cinco toneladas dianas de basura, arreglos florales por dos mil pesos (en floristerías de caché valen veinte mil pesos), morcilla en hoja de bihao, vendedores de carne de cachete, gordana y huesos por quinientos pesos y ricos vergonzantes que aprovechan el  crepúsculo para llevar a sus casas lo que ha quedado de la faena diaria.


Ahora los dueños de la Plaza de Mercado están con el objetivo de privatizarla. 

A este apasionante de mundo de la Galería, la que no importa de quien sea, pues todos la tienen como propia, no ha escapado ningún ciudadano colombiano, así sean las beatas que madrugan a las cinco de la mañana para que el padre Martínez les oiga en confesión y espíen sus pecados contraídos al pasar por el sector mirando de reojo, con disimulo y bajo la complicidad de sus mantos, un apasionado beso apambichao..




1 Comentarios:

A la/s 23 de junio de 2015, 5:40 p.m., Blogger alberto luis dijo...

Amigo: Para quienes la célebre en el recuerdo Galería de Armenia, además de constituir el centro de la actividad comercial, epicentro de los valores ancestrales, y por qué no decirlo el abanico a partir del cual se desplegaron los vientos alisios de las proezas sociales y culturales de la región y se abrió camino nuestro desarrollo citadino, esa semblanza estampada de generosidad y bucólicos sentimientos encontrados que haces del lugar, es simplemente soberbio, respecto al cual manifiesto un mea culpa por no haberla digerido antes y haberla saboreado con el exótico colorido que le impregnas y la expresión de afecto por una tierra que te acogió con beneplácito y que engalanas con tu pluma irreverente pero preñada de reconcomios que te hacen el mejor poeta de la tierra.
Gracias mi hermano

 

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