LA CALLE REAL

Enero 11 de 2016

HACIA LA NADA INFINTIVA VOLÓ EL MÁS GRANDE

Carlos Muñoz

Gilberto Montalvo Jiménez

Si se quisiera hablar de un grande, ahí estaba, era él.

Con su rigor aumentaba a cada paso su inmensa capacidad histriónica.

Todo era perfección y salutación al buen gusto.

Su voz cadenciosa y fuerte llenaba los espacios con toda suerte de sortilegios capaces de entusiasmar al auditorio.

Hoy se fue, tranquilo y sereno sin un arrebato, traspasó la nada que muchas veces representó y solo las voces anónimas de su esposa e hija le dijeron adiós al más grande en un delirante momento de dolor.

Su vida fue teatro, actuación, televisión, cine y pedagogía.

Un lamento taciturno lo invadió en sus últimas horas por la desgracia del infortunio y la desazón que impone la competencia en medio de la mediocridad, cuando los iluminados son estropeados por la inclemencia del rating.

Fue un sacerdote que atravesó con creces la militancia de algunos que solo tienen por haber un magisterio de desecho.

Carlos Muñoz partió a ese recodo infinito de la nada esta madrugada, cuando algunos dormíamos levó anclas pero queda su recuerdo inmóvil, claro y con respeto le decimos hasta pronto, gran actor y gran señor.

Una cosa es hacer de actor y otra ser actor”

Carlos Muñoz.