LA CALLE REAL...SALVADO DE LA INCERTIDUMBRE
LA CALLE REAL
SALVADO DE
LA INCERTIDUMBRE
ENERO 11 DE 2013
(Acaba De cumplir tres años y está rozagante,
fuerte y vivaz)
ENERO DE 2016
Gilberto Montalvo Jiménez
Solo bastó un llanto en lontananza, lastimero y febril para anunciar que
estaba ahí a la espera de esa samaritana que con su mano generosa le
arropó entre la maleza de la circundancia.
Minutos antes había abierto los ojos en medio de la sangre, esa misma
que lleva por su venas, y que su madre en gesto inapelable determinó arrojarlo
a su destino, del vientre a las tinieblas de la noche lúgubre de un miércoles
en la espesura de un barranquillo.
El sonido de su débil garganta confundido en la noche con los
aullidos de las mascotas dieron paso a una sinfonía de clamor por la vida, esa
misma que le permitió a Aura Alicia Sánchez, rescatarlo de las
garras de la incertidumbre.
Aun no sabe cómo se llama aunque la leche virginal de una
adolecente en dieta puso la calostra en su boca de hambrienta sed para
inyectarle vida y conocer en las papilas informes la destreza de la
maternal vigencia.
Jadeante pudo pegarse de la teta prestada en adopción momentánea mientras
el camino que comenzaba a recorrer por esta manigua de esperpentos le despejaba
la unción de miliciano de la caótica y desenfrenada urbe.
La drogadicción de la paridora enajenada le enseñó, sin permitirse
dilucidarlo, que en medio de las tinieblas también está la luz de la esperanza.
Este miércoles a la media noche su loca carrera de
desenfreno y retorcijones le dejó que la naturaleza deslizara por sus
endebles piernas de desorden humano la creatura que buscaba en la fría estancia
ese calor que le negaba quien lo tuvo encarcelado en la oscuridad de su vientre
para después dejarlo en la libertad de la demencia.
Hoy está a salvo, los vecinos del barrio Casablanca en Armenia, gritan
emocionados que una vida, esa que paradójicamente le negaba su madre
quien se le daba, está ahora a la espera de que un hogar cariñoso le permita
comenzar otra lucha, la misma de seguir sobreviviendo porque en esas andamos
todos los que alguna vez vimos la misma luz en igualdad de incertidumbres
porque mientras haya género humano nunca dejarán de existir madres
dulces, tiernas y generosas aunque algunas por circunstancias ajenas a sus
voluntades arrojan a su destino a sus críos aunque en la noche también habrá
muchas otras Auras Alicias.
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