miércoles, 14 de agosto de 2019

BURDO Y BELLACO

LA CALLE REAL
Armenia, agosto 14 de 2019

BURDO Y BELLACO

Gilberto Montalvo Jiménez

Soy un simple ciudadano que gusta de observar el acontecer político y veo con náuseas generadas por la  descomposición total en todos los ámbitos que nos está llevando a un estercolero del cual va a ser muy difícil salir.

La actividad política cayó en unas alcantarillas indescriptibles, anónimas y en unas pocilgas en que se han convertido las redes sociales.

Perfiles falsos utilizados por inescrupulosos contaminan con su estupidez un proceso que debiese ser limpio en medio de la desesperanza por la que atravesamos los quindianos.

La crítica es un componente para el mantenimiento del equilibrio entre los poderes y los periodistas tenemos la obligación de ser ese fiel de balanza pero de allí a la banalización de los contenidos de campañas hay trechos insalvables e imposibles de saltar.

Una publicación  de contenido burdo y bellaco está circulando por las redes en una comparación fastidiosa entre dos relaciones familiares que en nada se parecen y en las que su contenido fuera de morboso es indolente y falto de todo respeto.

Luz Piedad Valencia, está sometida al rigor de la justicia colombiana por unos delitos ampliamente conocidos por la opinión y  su esposo Javier Francisco Valencia, confeso en la comisión de delitos contra el erario de la ciudad de Armenia; pero de allí a  fabricar un cartel infame contra la señora Piedad Correal y su esposo Oscar Antonio Arango, haciendo una elucubración maledicente y con el oportunismo de poner en duda a futuro lo que podría pasar en la eventualidad de que la señora exdefensora sea elegida alcaldesa es de una torpeza tal que más parece que se hiciera como “ fuego amigo” porque no se entendería de que en campañas decentes como las que se están cumpliendo en la ciudad pueda salir tanta inmundicia.

Los casos no se pueden comparar.

A Piedad Correal Rubiano se le conoció una militancia a sus 20 años en el Nuevo Liberalismo cuando fue elegida concejal de Armenia, cargo que no ejerció por trasladarse a Bogotá a su preparación profesional y a buscar horizontes de formación académica. Durante sus 21 años como defensora del pueblo nadie tiene qué decir nada distinto a que ejerció con decencia y honestidad ese cargo; de Oscar Antonio Arango Restrepo, ha sido un empresario honrado, un ingeniero audaz que inventó los software con que se mueven la mayoría de los bancos existentes.

Ha generado empleo con sus empresas de disímil origen, jamás se le han conocido vericuetos extraños en sus negocios, de por  sí muy prósperos.

Pero poner en duda, sin siquiera haya sido elegida la señora Correal, lo que además nadie sabe, tiene un tufillo de estupidez que en lugar de generarle rechazos a lo mejor le gana solidaridades.

Recuerdo que José Manuel Ríos, estuvo ad portas de ganar la alcaldía de Armenia y un desafortunado títere le costó llegar al Cam donde seguramente la suerte de la ciudad hubiese sido mejor.

No pertenezco a bandos políticos, no soy amanuense de nadie, pero cuando saltan las injusticias no puede uno menos que rechazar la manera de contaminar con sandeces la política de la región.

Necesitamos enderezar esta mierda, pero si seguimos así no lo vamos a lograr.

Regresemos a la política de opinión, derrotemos las complicidades.

Si  algunas compañías de la candidata son señaladas de algo pues qué mejor que la conciencia al votar porque muchas veces cuando no se conoce a las personas se les condena a priori a sabiendas de que la señora Correal tiene una personalidad que es muy difícil de doblegar por las triquiñuelas de eventuales socios.

No tengo ninguna relación política con Piedad  y con Oscar Antonio, son personas que conozco por más de treinta años y a hoy puedo dar fe de su honestidad lo que si no me parece justo y rechazo es que se hagan conjeturas sin que siquiera la hayan elegido.

Que los armenios definan, ahí tienen seis opciones, ojalá no se equivoquen de nuevo y se pueda depositar el voto por el que diga la conciencia.

Si existiera un solo trazo de dudas de estas personas, quienes me conocen saben, que ya lo habría denunciado como lo hice desde el 2014 ante las inminentes fechorías que se cocinaban en la alcaldía de entonces.

El periodismo no debe tener candidatos, el periodismo es un servicio social y el patrón es la comunidad no los políticos, pero también debe salir en defensa del honor de las personas pero ante todo de la verdad cuando toca.

Lástima que un asqueroso anónimo nos tenga hablando de este asunto.