martes, 24 de noviembre de 2020

Agoniza la Banda de Música del Quindío

AGONIZA LA BANDA DE MÚSICA DEL QUINDÍO

Armenia Noviembre 24 de 2020

La negligencia del gobierno departamental y el saboteo por parte de algunos quindianos tienen a nuestra Banda al borde de la muerte.

Por Luisa Fernanda Montalvo Gómez



Se nos vino diciembre de 2020 y nos quedamos esperando a que los señores de la Gobernación del Quindío contrataran a la Banda.

QUÉ TRISTEZA.

El 19 de junio de este año, en una transmisión en vivo por el canal Telecafé, que incluso tuvo repercusión en los medios de comunicación nacionales, vimos actuar a la Banda en un concierto virtual lleno de esperanza y resiliencia, en medio de esta pandemia que ni para qué describir en qué situación puso a todo el mundo, sobre todo a los artistas.

Al inicio de esta transmisión, el gobernador del departamento se jactó de apoyar el arte y hacer un gran esfuerzo para el regreso a los escenarios de la Banda, habló de un nuevo comienzo y en los medios de comunicación nacionales nos felicitaron por ser el primer departamento en apoyar a los artistas en su regreso a los escenarios tras la difícil crisis que generó el Covid-19. 

El maestro Gerardo López, representante legal de la Asociación de Músicos Profesionales del Quindío, se declaró emocionado y agradecido con el gobierno departamental por su voluntad para el regreso de la Banda e ilusionado con la reactivación de todas las manifestaciones artísticas.

Colombianos, queridos quindianos, maestro Gerardo, amigos músicos de la Banda, artistas en general: ¡Nos engañaron! Fue un show mediático. Era un placebo. La Banda no regresó.

Tan solo semanas después, vimos a algunos integrantes de la agrupación en las calles de Armenia, tocando para las personas que ya comenzaban a regresar a sus actividades habituales a cambio de cualquier moneda que pudieran depositar en el estuche del instrumento, situado en el suelo frente a ellos.

NO HAY DERECHO.

En contra de la Banda se han desatado múltiples ataques que la han llevado a la situación en la que se encuentra actualmente. En consecuencia, deseo aclarar por qué es una agrupación vital para los quindianos, aunque desde mi punto de vista es cuestión de sentido común.

Los orígenes de la Banda Sinfónica Departamental del Quindío, como debería llamarse, se remontan a 1925, incluso antes de que el Quindío se constituyera oficialmente como departamento. Hace parte irremplazable del acervo cultural de nuestra región e integró la nómina de la Gobernación hasta el 2001, cuando el entonces gobernador Luis Fernando Velásquez de manera despreciable, ¡REPUGNANTE!, liquidó a la agrupación.

La Asociación de Músicos Profesionales del Quindío se constituyó en 2003 y desde entonces no han parado de luchar para que sobreviva la Banda, que hasta el 2015 fue la única Institución en la que un intérprete profesional podía emplearse de manera medianamente decente en el departamento.

Sin embargo, en el 2016, con la llegada del reprochable gobierno del padre Osorio y el nombramiento del señor James González Mata como secretario de cultura del departamento, se desató una persecución absurda en contra de la Banda.

Con el argumento de que el 20% de los recursos de la Secretaría se destinaban a la contratación directa de esta agrupación, se instauraron un sinfín de trabas que dejaron a la Banda Departamental del Quindío dependiente de una licitación para poder trabajar.

QUÉ RIDICULEZ.

Músicos externos a la Asociación de Músicos Profesionales del Quindío celebraron esta decisión, creyendo que los beneficiaría y alegando que ellos y otras artes también tienen derecho a acceder a los recursos públicos.

En eso estoy de acuerdo, todos los artistas del departamento necesitamos apoyo del gobierno.

¡Pero, UN MOMENTO! La solución no está en terminar de acabar con las pocas instituciones artísticas con las que contamos. La solución está en aumentar el presupuesto y sumar nuevas instituciones a las ya existentes.

El caso es que para 2018 James González Mata, tal y como lo denunció en 2019 el columnista Émerson Castaño González, ya había logrado su cometido: que llegara la bonanza para Fundanza, Institución con la que González Mata tiene estrechos vínculos que se reconocen abiertamente. Esto, a costa de la desestabilización de la Banda de Música del Quindío y la pulla para que todos los artistas del departamento se declararan en contra de la Asociación de Músicos Profesionales del Quindío; mientras él desviaba los recursos a su Fundación, con lo que lamentablemente no se veían beneficiados los bailarines ¡Lo que habría sido maravilloso! 

No, se beneficiaban principalmente el señor Mata y sus socios, mientras los artistas seguían bailando por cualquier bicoca.

Los músicos de la Banda del Quindío no son más que víctimas de los gobiernos indolentes del departamento, así como otros músicos, bailarines, actores, escritores y artistas en general, que no tienen dónde trabajar en condiciones dignas y se pelean por cualquier estímulo insignificante que puedan obtener del gobierno departamental.

A mí me da mucha pena con los detractores de la Banda y con todos los artistas que viven en medio de la necesidad y han apoyado la persecución a esta Institución. Pero la solución no es esa. Al discutir entre colegas solo nos hemos convertido en idiotas útiles para los que desde el gobierno se hacen los de la vista gorda con la cultura.

Aquí no necesitamos licitaciones amañadas y llenas de obstáculos que solo les permitan a los artistas trabajar unos cuantos meses al año ¡Por Dios! Es que los integrantes de la Banda llevan 11 meses intentando que les hagan un contrato para realizar sus conciertos ¿Cómo han hecho para vivir todo este tiempo? Y en medio del amor por su quehacer siguen esperando, a ver si por fin pueden firmar un contrato para en menos de un mes cumplir con: 150 talleres, 18 conciertos y 8 arreglos musicales.

PERDÓNENME, PERO ESTA SITUACIÓN ME TOCA EL ALMA Y ME SACA DE CASILLAS.

Señor gobernador, señor secretario de cultura, amigos artistas y detractores de la Banda. La solución no está en acabar con esta agrupación que los quindianos reclamamos a gritos. La solución tampoco está en contratar a la Banda en diciembre para que haga su trabajo a las carreras y por unos precios irrisorios que ni vale la pena mencionar.

¡POR FAVOR! YA RESPETEN A LOS ARTISTAS. PAREN ESTA HUMILLACIÓN.

En el Quindío necesitamos una Banda Sinfónica Departamental, que haga parte de la nómina de la Gobernación, que trabaje todo el año, que tenga una plantilla completa de músicos altamente capacitados, que reciban salarios dignos, prestaciones sociales y todo lo de ley. Tenemos que detener la agonía de nuestra Banda.

También necesitamos que nuestra Universidad del Quindío tenga una Facultad de Artes que ofrezca programas profesionales en música, artes plásticas, artes escénicas... para que los talentos de nuestra región no tengan que desplazarse a otras ciudades para formarse en sus disciplinas. 

Nos urge un Ballet Folclórico Departamental, cuyos artistas tengan óptimas condiciones laborales, así como un Teatro Departamental y que lluevan las ideas para crear instituciones artísticas estructuradas y productivas que dignifiquen el trabajo del artista quindiano.

Las licitaciones y estímulos pueden ser la cereza del pastel, no la única esperanza para los artistas del departamento.

ESTAMOS MUY QUEDADOS ¡SOLUCIONEMOS YA!

Y no me digan que estoy pidiendo mucho, porque plata sí hay, solo que toda nos la han robado y, como desde el arte no tienen forma de robar, simplemente lo han pisoteado, marginado y liquidado.