viernes, 15 de marzo de 2024

LA CALLE REAL EN AGOSTO NOS VEMOS

 

LA CALLE REAL

 

EN AGOSTO NOS VEMOS



 

(Gabriel García Márquez)

 

Gilberto Montalvo Jiménez

 

Afortunado el momento en que se decidió, bien por honrar la última obra de nuestro inmenso Nobel y su descollante inteligencia narrativa o la avaricia metálica de sus herederos, no importa cuál hubiese sido el motivo, lo interesante es que podemos disfrutar de la narración  otoñal de nuestra máxima gloria de la literatura universal.

Conserva esta obra póstuma ese encanto natural con la magia y la imaginación de Gabriel García Márquez, por supuesto, sin pretender compararla con su descollante y antañona literatura que honrará por siempre  las letras castellanas.

El autor es tan exuberante que incluso frente a las críticas sobre la calidad de la obra o la demanda  de  algunos de los custodios de estos originales que intentaron insinuar haberla dejado sin final, la imperiosa presencia y  el trabajo de filigrana de su editor Cristóbal  Pera, hombre que conocía al dedillo los recovecos intelectuales del Nobel, pudo hacer de esta propuesta al final una obra contextual y libre de dudas sobre la autenticidad y conservación del estilo  cargado de humor negro y de conectividad e ilación dentro de la  narración.

Podría considerarse la obra como la recopilación de seis cuentos cortos  que conservan una comunión sin sobresaltos con una protagonista regodeada de calidad y estilo ya que su origen venía de intelectuales formados en la música de escuela lo que le permitió crear una atmósfera de dignidad y sofisticación pese a su inclinación de infiel irredimible, seguramente al azar, para  acostarse en camas prestadas con incógnitos machos cabríos encontrados a la topa tolondra el día en que cada agosto iba a la isla caribeña a llevarle gladiolos a la tumba desvencijada de su madre muerta.

Gabriel García Márquez siempre cuidadoso en sus narraciones no obvió nada para crear un aire donde no podía faltar su Caribe y los retozos naturales de los encuentros furtivos de una dama con estabilidad emocional en su hogar pero que al final la soledad, esa amiga que puede inducir a ciertos requiebros, la llevó a los brazos  de un primer desconocido, entre muchos otros,  el que huyó del teatro de los acontecimientos confundiéndola con una prostituta a quien canceló los servicios de manera subrepticia con un estipendio humillante de 20 dólares dejado oculto en un libro sin que la destinataria se enterara del enojoso asunto que  solo un tiempo después advirtió de manera tardía cuando era irremediable la vejación infringida.

El irrefrenable humor del Nobel usado con maestría en esos agostos tranquilos con brisa tenue y gaviotas revoleteando por doquier, como escenario natural, daban las condiciones para esos amores furtivos al alcance de situaciones embarazosas que hiciesen sentir en carne del lector la naturaleza humana y sus inclinaciones propias y  con desparpajo sin más recato que un buen licor, baile , música y pasión.

Aprovechó Don Gabriel para retomar su influencia faulkneriana, como era su usanza, además de sus grandes escritores y lecturas de cabecera para imbricarlas en los textos, por eso no dejó por fuera El Lazarillo de Tormes, El Viejo y el Mar o su extremada admiración por Camus con su favorita : El Extranjero.

Y qué decir de Drácula de Stoker que la consideraba una maravilla para atemorizar a insomnes con sus amagos sangrientos.

Navegaron en la narración sus afectos por Celia Cruz, Elena Burke y por supuesto Agustín Lara o aquellos danzones cubano-mexicanos que fueron siempre tan cercanos a la bohemia del Nobel.

Incluso, introdujo dentro de sus textos una cita de Debussy convertida en boleros o bien Mozart o Schubert, en fin toda una magia que enriquecía cada línea, cada texto, cada párrafo que habilitaba con particular sinceridad  también con fondos de charlestón y su infaltable Rajmáninov.

En las descripciones de los deslices y fantasías de la protagonista en medio de una evocación del cine, su gran pasión, no pudo escapar  Francis Ford Coppola compinche del Nobel.

Invertir el tiempo en esas  122 páginas de la última novela del Nobel colombiano es ganar fascinación frente a un monstruo de la narración en el lenguaje profundo y purista en nuestra lengua castellana.

 

sábado, 2 de marzo de 2024

LA CALLE REAL HONRARÁS A TU PADRE GAY TALESE

 LA CALLE REAL   

 

marzo 2 de 2024

 

 

OBSERVACIONES SOBRE “ HONRARÁS A TU PADRE “ LIBRO DE GAY TALESE

Gay Talese 

 

"El periodista bien formado es el que va a contar la verdad siempre": Gay Talese

 

Gilberto Montalvo Jiménez

 

Gay Talese, pionero del Nuevo Periodismo, junto con Tom Wolfe, sustentó su trabajo publicado en "The New York Times", "Esquire" o en sus muchos libros, en la observación, la escucha y la paciencia,donde aseguraba que sería una tragedia que el periodismo tradicional desapareciera.

"El periodista bien formado es el que va a contar la verdad siempre, y sin ella no se puede vivir. Cuando la gente dice que el periodismo, tal y como yo lo entiendo, está muerto, o que el Nuevo Periodismo no es periodismo, y que las noticias están en Facebook o en los blogs, siento sinceramente que no puede ser, porque sería trágico", decía  este mito estadounidense.


"Honrarás a tu padre", uno de sus libros más simbólicos, que inspiró "El Padrino" o "Los Soprano", y donde aplicó el denominado Nuevo Periodismo -que combina la buena escritura, la literatura con el periodismo- publicado por  Alfaguara, la editorial española que  reeditó toda su obra.

En este libro, el periodista de origen italiano, desvela los secretos de la mafia italiana en Estados Unidos, después de haberse infiltrado en la intimidad de la omertá de los Bonano durante siete años.

Un libro, de más de 600 páginas, que se lee como una novela, y en el que el lector se encontrará en vez de sangre y pistolas, con un material humano excepcional sobre la vida de los Bonano. Y es que Talese eleva a arte cualquier experiencia o acto cotidiano por pequeño que sea, gracias a su minuciosa capacidad de observación y escucha.

Una capacidad de escucha que, según relataba, aprendió en la infancia oyendo las conversaciones detrás del mostrador de la tienda de su madre, entre la gente que iba a comprar los trajes, hechos por su padre, un gran sastre de una larga saga familiar dedicada al arte de la costura.
 
"Hay que tener curiosidad, paciencia y perseverancia -recomienda Talese a los periodistas-, pero la cualidad más importante es la paciencia", advierte. "Por eso cuando un director o algunos de los que están arriba te meten presión e impaciencia, que es lo que domina en la cultura y el periodismo, alimentado por internet, hay que recordarles que si quieren calidad se necesita tiempo, y así se creará un producto bello".

Talese es autor de títulos como "La mujer del prójimo", donde trazó una investigación sobre la historia sexual del siglo XX y para el que se infiltró durante varios años en una playa nudista, o "Retratos y encuentros", en el que se incluyen artículos clave, como "Frank Sinatra esté resfriado", "Orígenes de un escritor de no ficción" o "Joe Louis: el rey en su madurez", muy elogiado por Tom Wolfe.

El autor asegura que el periodista "debe tener imaginación para ver más allá que la mera noticia y el primer ruido. Tiene que querer saber qué es lo que hay detrás porque toda la realidad tiene su lado oculto". "Mira Bin Laden -continúa-, creíamos que estaba en las montañas de Afganistán y resulta que vivía a 30 millas de uno de los campamentos militares de la capital".