RECORDANDO A LOS AMIGOS JAIME TOBÓN
LA CALLE REAL
Armenia, diciembre 3 de 2019
Recordando a los amigos
HOY HACE UN AÑO NOS DEJÓ JAIME TOBÓN NARANJO
JAIME TOBÓN NARANJO
Gilberto Montalvo Jiménez
Conocí, por fortuna, a Jaime Tobón
Naranjo hace unos cuarenta y cinco años cuando vivíamos en la entrañable casa
de Rosita Gómez de Patiño en la carrera 17 entre calles 19 y 20,
donde se respiraba solo amor y solidaridad, una familia con todos sus hijos
admirables que hacían de las dificultades propias de nuestro desarrollo un nido
de afectuosos momentos. Noches interminables de bohemia con las mejores
canciones y la política en discusión con temas cada vez más positivos para la
formación integral que buscábamos.
Jaime de izquierda moderada defendía
algunos principios filosóficos de esa anacrónica expresión política derrotada
con la caída del muro de Berlín, la disolución de Unión Soviética
y revivida por algunos dictadorzuelos que se empotraron como modelo de
propietarios absolutos de unos países que mantienen el hambre con el despotismo
de sus gobernantes que ostentan el elemento sustancial de su permanencia como
monarquías absolutistas.
Esto nunca fue motivo para empañar nuestro colegaje y amistad porque si
bien no compartía todas sus veleidades las respetaba y respeto con toda
autenticidad.
Tobón con su proverbial distinción de
“tajada”, como así lo detallaron desde sus primeros años de bachillerato en el
Rufino sus compañeros, se inició con este garrapateador en las lides del
periodismo cuando lo llevé de la mano a la antigua Radio Estrella donde era gerente, entonces. Ahí empezó su larga carrera de periodista.
Su vasta cultura, sus excelentes lecturas y su
formación integral le dieron herramientas suficientes para convertirse en un
buen comunicador, por supuesto, elementos sustanciales para formarse en la
exigente marcha de una de las profesiones u oficios más importantes en la
edificación plural de las sociedades.
Contertulio de campanillas para
analizar las obras literarias, históricas o biográficas del momento, las
corrientes filosóficas y sobre todo la melomanía que ocupó un lugar
privilegiado en su gigantesca cabeza de Pulpo. Tranquilo iba de los denominados
clásicos hasta su reverencia por Luis Alberto Posada o el Caballero Gaucho, no
tenía distinciones.
Luego del cuaje como periodista
profesional fue cooptado por una círculo vicioso que hizo del periodismo una fuente
lucrativa sin escrúpulos que se enriqueció en los vericuetos chantajísticos de
la extorsión a los mandatarios de turno quienes cedían amenazados ante la
inquisición de sus protervos procederes.
Se liberó Tobón por un tiempo cuando
fue llamado por RCN en donde estuvo tranquilo sin sobresaltos pero de nuevo
llegaron las arpías que abusando de su bonhomía lo hicieron rehén con base en
mentiras y lo convirtieron en un dependiente de sus infames procederes.
Hasta hace unos pocos años Tobón
madrugaba buscando los míseros dineros de sus alcancías en derrota para
cumplirle a los mentirosos que por espacio de más de 25 años le robaron sus
sueños, nunca le pagaron lo justo, le escatimaron la seguridad social para que
no pudiera tener, no el privilegio, si no la merecida pensión.
Esa empresa de vividores dejó
a Tobón, especialmente, pero a otras personas también, en la inopia
total, en la soledad absoluta donde muy pocos casi que ninguno de sus amigos se
acuerdaba del compañero de grandes batallas.
Mientras sus secuestradores se llenaban
las alforjas Jaime Tobón iba poco a poco limpiando el camino de la desgracia.
Hoy hace un año nos dejó Jaime,
maltrecho, arruinado moral y materialmente aunque por fortuna conservó su
dignidad esa que le permitió reflexionar manteniéndose enhiesto y sin dolor en
su alma solo protestando ante esa cáfila
que abusó de su generosidad y, esos, que hoy siquiera nadie sabe qué se hicieron.