LA CALLE REAL HOMENAJE AL PADRE DEL PERIODISMO MODERNO
HOMENAJE EN EL DÍA DEL PERIODISTA AL PADRE DEL
PERIODISMO MODERNO
TOM WOLFE
"PERIODISMO UNA CUESTION DE MIRADA"
Armenia, febrero 9
de 2024
“PERIODISMO
UNA CUESTIÓN DE MIRADA”
Gilberto
Montalvo Jiménez
Cuando Tom
Wolfe acusaba las carencias propias de un pobretón en bancarrota en los años
sesenta y se apresuraba a usurpar de manera legal el seguro de desempleo
le llegó como por encanto la musa que lo inspiró a convertirse en el padre del
Nuevo Periodismo usando el desenfreno, la sátira mordaz para darle identidad y
vida propia a la cultura Pop que por esas calendas comenzaba a instalarse en el
concepto cultural de quienes vibraban al encontrar novedades que hicieran mover
los sentimientos. Wolfe lo logró con su reportería que le daría el sitial de
preeminencia que lo ubicó hasta su muerte a los 88 años en la ciudad de Nueva
York.
Con el Nuevo
Periodismo de Wolfe este ya no sería igual para siempre.
Amante de los
exquisitos textos de entonces (1973) Wolfe se ocupó de recrear con su fina
pluma los escritos de Rex Reed, Barbara Goldsmith, Norman Mailler y muchos
otros que incluyó en un texto de antología que ha servido como mojón de
aprendizaje para los interesados en estos temas del Nuevo Periodismo.
Hoy ningún
periodista serio en el mundo ha desechado la oportunidad de abrevar en los
filosos textos de Tom Wolfe.
Se escapó de
su natal Virginia y en su condición de sureño se fugó a las estancias siderales
de Washington y Nueva York. Allí comenzó su tráfago intelectual de reportero
insaciable en el Washington Post y el Heraldo Tribune.
Este grande
de las letras estadounidenses prestado por la reportería a la literatura
centraba su obsesión perfeccionista de la narración al “ir más allá del
periodismo objetivo” y defendió con fuerza su criterio de que “el periodismo
debe ser absolutamente verídico y al mismo tiempo, tener la cualidad absorbente
de la ficción.
Por su pluma
desfilaron las luminarias de entonces, los heliotropos de la arquitectura
moderna y sobre todo esa extraña casta de la izquierda de élite neoyorkina con
ese tufillo de contradicción. Oligarcas marxistas.
Se pueden
recordar muchas de sus contribuciones al periodismo moderno pero con mano
alzada “El coqueto aerodinámico rocanrol color acaramelado del ron“
o “ Ponche de ácido lisérgico” podrían aligerar las lecturas de los que
comienzan en esto del periodismo.
Se destaca,
como lo asegura la BBC, que Tom Wolfe siempre mostró su fascinación por
Maupassant, Balzac y Dickens. En efecto dejaron su sello en el padre del Nuevo
Periodismo, estos escritores de gran altura son infaltables en las cabeceras de
los buenos lectores.
Ya tarde a
sus 57 almanaques llega su primera novela, HOGUERA DE VANIDADES, una escultura
monumental del buen escribir en torno a un tema escalofriante sobre los
blancos, negros y grises de la alta sociedad neoyorkina aunque alegaba siempre
que para el escritor de no ficción es muy difícil adentrarse en la novela, pero
lo logró. Un éxito incomparable que lo volvió un millonario absoluto. En 1987
todo su papel en libros se agotó en cientos de confines.
Siguieron
otras novelas de renombre como TODO UN HOMBRE sobre la putrefacta sociedad
corrupta de Atlanta. Y muchas, muchas más.
El periodismo
Nuevo no volvió a ser el mismo después de Tom Wolfe, quien murió un lunes
14 de mayo de 2018 en Nueva York a los 88 años, cuando un ataque hemipléjico lo
condenó al terreno de los inmortales.