SE CALLÓ LA VOZ QUE HACÍA TEMBLAR AL RÉGIMEN
LA CALLE REAL
Armenia,
octubre 31 de 2018
En Venezuela
SE
CALLÓ LA VOZ QUE HACIA TEMBLAR AL RÉGIMEN
Gilberto Montalvo Jiménez
Cuando
Teodoro Petkoff dejó su militancia errabunda de guerrillero comunista y fundador
del MAS en Venezuela orientó sus fuerzas dialécticas a darle forma a su
pensamiento de rebelde con argumentos y plasmó con la erudición que le era fiel
a sus principios toda una carga de emociones verbales y políticas que
estremecían a los dueños de ese régimen oprobioso instalado por el comandante
Chavez y después en continuidad con la dictadura ominosa de Maduro.
Quiso
Petkoff cambiar las costumbres de su país desde la época en que Pérez Jiménez
había instalado también otra dictadura de las que no han podido salir los venezolanos
por gracia del temperamento de esos granujas que han pretendido hacer de esa rica nación un fundo
particular para abrevar de los intereses colectivos para satisfacción de sus
voracidades.
Siempre
Petkoff decía presente al llamado que le hacía su conciencia de hombre culto
para reclamar frente a las inequidades y las turbulencias contra un pueblo inerme.
Estuvo
en la Asamblea Nacional con el único interés de servir pero cuando su partido
el MAS se plegó a la veleidad de un poder omnímodo encarnado por el comandante
Chavez levó anclas y se instaló en el periodismo, su cómoda morada hasta el
momento en que el sucesor Maduro se convirtió en el sátrapa aborrecido por su
pueblo y por la comunidad internacional y le arrebató el papel periódico de su
publicación TAL CUAL dejándolo sin circulación física pero no pudieron con su tenacidad que hizo de esta una publicación en la red.
En
el año 2015 le otorgaron el inmenso y codiciado reconocimiento "Ortega y Gasset" y cuando le fue entregado al expresidente del gobierno español,
Felipe González,en su representación porque la dictadura a través de Diosdado Cabello le prohibió salir del pais a recibirlo, este expresó si ningún retén que “cuando opina Teodoro tiembla
el régimen”
Y no
era para menos. Pluma de exquisita fluidez cargada de ese montón de
conocimiento acumulado por su permanencia en la lucha contra la opresión ponía
en cada línea su verbo urticante no carente de donosura pero hiriente y mordaz.
Varias
generaciones de venezolanos y de lectores y activistas latinoamericanos nos nutrimos en la sapiencia de Teodoro Petkoff quien no ahorró su valentía y
dignidad para reivindicar principios muchas veces perdidos en las tinieblas de
esas dictaduras.
Esta
tarde se fue uno de los más grandes insurrectos de Venezuela a lo mejor
lastimado en lo más hondo de su alma por la impotencia de no haber podido horadar los cimientos de un régimen nefasto y cruel.
Falta
que hará el gran Petkoff.